Las causas de las formas graves suelen ser congénitas, por tanto hereditarias, y las menos frecuentes, son adquiridas cuando surgen mutaciones adquiridas por los padres o en la gestación. Otro momento importante es el parto, aquí la causa más frecuente es cuando se produce una asfixia perinatal. La falta de oxígeno en la sangre es muy dañina para las células sensoriales auditivas del oído interno, causando su muerte.
De otro lado,
existe también la posibilidad que la pérdida de audición sea de naturaleza progresiva
por diferentes motivos cómo puede ser las infecciones de tipo meningitis
infecciosas, sarampión, parotiditis vírica, los traumatismos craneoencefálicos
severos y las asociadas a tratamientos antibióticos. Las primeras están en
disminución gracias a la vacunación eficaz de muchas de estas infecciones, pero
las traumáticas por accidentes de circulación principalmente y ototóxicas siguen siendo importantes.
Respecto a si es
posible recuperar la audición en algunos casos, en las, cómo las debidas a otitis
externas o medias, derrames en el oído, son recuperables de
forma espontánea o con tratamientos médicos y a veces quirúrgicos.
Pero en cambio,
las hipoacusias neurosensoriales son permanentes, pues el receptor auditivo o las vías auditivas nerviosas
no se reparan tras ser dañadas.. Una de las causas de daño sensorial permanente
de fácil prevención es el evitar la exposición a sonidos intensos. Hay que
educar a los niños sobre los peligros de escuchar música con volumen alto y
concienciar a las autoridades sobre los riesgos para la salud del ruido
intenso.
Así, un problema
de audición puede afectar al desarrollo intelectual de los más pequeños debido
a la adquisición del lenguaje verbal es un proceso que acontece en las 4
primeros años de vida. Ya desde los 6 meses el feto humano percibe sonidos y
responde con movimientos ante ruidos que le asustan o calmándose ante la voz
tranquilizadora de la madre. Pero es tras nacer, cuando la exposición a los
sonidos ambientales, estimula la vía neural auditiva, sobre todo en la corteza
cerebral para que esta se desarrolle, creando complejas redes neuronales que
permiten discriminar y comprender el significado del lenguaje verbal. Sin esta
adquisición del lenguaje verbal el niño se verá muy dificultado en el aprendizaje
escolar.
En cuanto a las
afecciones más frecuentes entre los niños de 0 a 3 años se suelen tratar de
problemas leves y transitorios, cómo las otitis medias agudas en el invierno,
asociadas a catarros o las otitis externas en los meses de calor, unido con los
baños en las piscinas o en el mar.
Otro problema
frecuente son las otitis medias con derrame o seromucosas, donde tras una
infección de oído medio, no hay curación completa y permanece una inflamación
crónica indolora, pero que causa hipoacusia.
También en estas
edades no son infrecuentes la introducción de cuerpos extraños en el oído
externo, cómo parte del juego. Pueden ser desde trozos de alimentos o
plastilina, papeles, piedrecitas, arena de playa o piezas de juguetes, aunque
con la normativa europea, que indica el tamaño que deben tener las piezas de un
juguete según la edad del niño al que va dirigido, ha disminuido mucho estos
problemas.
Por todo ello, es
importante siempre estar al tanto y evaluar el oído del niño desde la infancia
y en el momento que se observe algún tipo de anomalía consultar con el
especialista.Llámenos o visítenos a la sucursal más cercana.
- Lima-San Borja: Av. Las Artes Sur Nº 261
(Frente al Ministerio de Energía y Minas), Telf.: 01 2247132
- Lima-Los Olivos (nueva sede): Av. Carlos Izaguirre Nº 701
Of. 2A, Telf.: 01 4856680
- Arequipa-Perú: Octavio Muñoz Najar Nº 111
La Gran Vía Of. 202, Telf.: 05 4201665
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